Puede que la carrera de Gina Wild en el porno fuera breve, pero se hizo notar. Comenzó grabando algunas escenas de aficionados con su marido, pero pronto hizo más. Comenzó a trabajar de actriz convencional y apareció en varias películas alemanas. En 2003 fue encontrada trabajando en un burdel y confesó ser adicta al sexo.