Al comenzar la década del 2000, Stormy Daniels conoció al actor Devon Michaels, quien estaba actuando en el mismo club en el que Stormy trabajaba como stripper. Se hicieron amigos y Stormy acabó aceptando la invitación de Devon para ir a Los Ángeles a filmar un vídeo lésbico. Allí conoció al actor y director Brad Armstrong, quien por entonces trabajaba para Wicked Pictures. Stormy nunca volvió a su casa. Se quedó en Los Ángeles y comenzó su aventura en el porno firmando un contrato exclusivo con esa prestigiosa productora. Desde entonces, han pasado más de 18 años de carrera en la industria del entretenimiento para adultos... Además de un presunto encuentro sexual con Donald Trump.